martes, 15 de junio de 2010

Cristiano Ronaldo


Nació el 5 de febrero de 1985 en Funchal, Isla de Madeira (Portugal). Su padre Dinis Aviero, le colocó el nombre de Ronaldo por Ronald Reegan, político al que profesaba una profunda admiración.

El Sporting de Lisboa lo descubrió con 10 años, Cristiano jugaba en el modesto Andorinha, club de su Funchal natal y en el que su padre trabajaba como utillero. De ahí pasó a Nacional, pero 6 meses después el segundo club más importante de la Isla de Madeira entró en litigio con el Sporting a causa de la marcha de uno de sus canteranos, Franco, al cuadro isleño. El Nacional se negó a pagar los 10.000 euros que pedía el cuadro lisboeta, pero aceptó condonar la deuda con la cesión de los derechos del por entonces prometedor Cristiano Ronaldo que ya ofrecía en infantiles una muestra de lo que podía llegar a ser.

En el 2001, el técnico del primer equipo Laszlo Boloni se dio cuenta de que en el filial había un futbolista que superaba a muchos de los futbolistas de la primera plantilla. El técnico rumano pretendió hacerlo debutar ese mismo año, pero un test físico desaconsejó el salto por no estar lo suficientemente trabajado.

Era tan solo cuestión de tiempo, un año después el rumano lo hacía debutar en la previa de la Champions, nada menos ante el Inter. Ronaldo no desaprovechó la oportunidad y se ganó un lugar en el primer equipo.

Con la selección de Portugal, formó el devastador ataque junto a Quaresma, Helder Postiga y Hugo Viana que en la selección sub-21 noquearon a Inglaterra y que les dejaron a las puertas del Europeo, clasificatorio para el 2004. En junio fue junto a Hugo Almeida y Dani, la estrella del combinado sub-20 que conquistó el prestigioso torneo de Touloun batiendo en la final a Italia por 3-1.

Felipe Scolari no taró en reaccionar y lo hizo debutar con la selección absoluta el 20 de agosto de 2003 ante Kazakhstan, a sus 18 años saltó al campo en sustitución de toda una institución del fútbol luso, Luis Figo (uno de los ídolos de Cristiano).

Barça y Juve lo tuvieron en un lugar preferencial en su agenda pero finalmente el Machester se hizo con sus servicios en el verano de 2003 tras pagar 17,5 millones de euros en concepto e traspaso. Su fichaje por el conjunto de Manchester se fraguó tras la magnífica actuación que realizó ante los reds, en pretemporada de 2003. Cristiano desquició a la defensa del Manchester y realizó un extraordinario partido. Se comenta que en el avión, en el viaje de vuelta, los pesos pesados de la plantilla del United, terminaron por convencer a Ferguson, que venía siguiéndolo desde tiempo atrás pero que no acababa de decantarse por su fichaje. Según parece al acabar el partido todos hablaban del joven jugador luso e incluso algunos jugadores como Keane o Van Nistelrooy, le pidieron a Ferguson que lo fichase. Todo ello le llevó al Manchester.

Cristiano empezó a destacar desde un principio y pronto se hizo dueño de la banda derecha del United. El portugués permaneció en el club de Old Trafford durante 6 temporadas donde obtuvo junto al Manchester trofeos muy importantes, entre los muchos destacan: 3 Premier Leagues, 1 Copa de Europa y 1 Mundial de Clubes. Pero los éxitos no se quedaron ahí, ya que Cristiano obtuvo numerosos premios individuales entre los que destacan los que obtuvo en la temporada 2008: Bota de Oro, Balón de Oro y FIFA World Player, entre otros muchos.

El 11 de junio de 2009 Manchester United aceptó la oferta de 80 millones de libras, aproximadamente 96 millones de euros, para que el Real Madrid negociara con el jugador sobre su futuro tras las constantes peticiones del jugador por marcaharse. El traspaso fue confirmado el 26 de junio, de esta forma la operación se convertía en el traspaso más caro de la historia del fútbol. El 6 de julio fue presentado en el Estadio Santiago Bernabéu ante 80.000 personas, en la ceremonia se le entregó la camiseta con el número 9, que había dejado vacante el delantero argentino Javier Saviola tras su marcha al Benfica. El portugués firmó un contrato de seis años con un sueldo neto de 13 millones de euros anuales y una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Realizó su debut el 21 de julio ante el Shamrock Rovers irlandés durante la pretemporada del equipo madridista. Posteriormente disputó la Copa de la Paz 2009, donde le anotó a Liga de Quto y Juventus FC, ambas anotaciones de penal. En sus primeros partidos oficiales le anotó consecutivamente al Deportivo La Coruña; Espanyol; FC Zürich (2)e n Liga de Campeones; y Xeres (2). Destacando notablemente los últimos dos. Ante el Villareal CF anotó su quinto gol, convirtiéndose en su mejor arranque de temporada y en uno de los mejores arranques goleadores de la historia de un debutante en el Real Madrid.
En su primer temporada en el Real Madrid termino haciendo 32 goles en 33 partidos, a pesar de estar 2 meses de baja,terminando subcampeon del campeonato de España detras del Barcelona.

viernes, 10 de abril de 2009

Lo despertó a los gritos

Parecía un calco del partido de ida, con Fabbro manejando a gusto los hilos de Guaraní a la espalda de Battaglia. Estaba cómodo mientras Boca andaba entre impreciso y adormecido. Distraído, quizá, fuera de foco, tal vez; lo más parecido a jugar mal. Y lo que para muchos se presumía como un entrenamiento por los puntos, empezaba a ser un dolor de cabeza. Hasta que Riquelme levantó la cabeza. Iba casi media hora de juego y se metió entre un ramillete de piernas y se bancó cuanta patada podían pegarle hasta que, entre tanto tropezón, la pelota se le piantó. Ahí levantó la cabeza. Y endureció la miraba, contrajo los músculos de su cuello, infló la vena y se olvidó de la jugada que ya caminaba rumbo al campo de Boca e insultó con ganas (muchas ganas) a Palacio, quien estaba tan estático -como Boca hasta ahí- que no se le había mostrado lo suficiente como para permitirle una descarga de pase. Y se descargó puteándolo fuerte ante la mirada impávida de Rodrigo que no le contestó en esa jugada ni con igual vehemencia, al menos desde lo verbal. Lo hizo cuatro minutos después con un desborde que casi termina en gol de Gaitán; y tres minutos más tarde cuando metió otro desborde electrizante que terminó en gol de Palermo; y otros dos minutos después cuando empujó a la red una descarga de Román, aunque esta vez una descarga futbolera. Ya los gritos eran de gol. Todo en seis minutos, los seis minutos en los que Boca le tiró encima su jerarquía a Guaraní. Sí, igual que en el partido de ida, otra vez con el desequilibrio de Palacio, la contundencia de Palermo y el cerebro de Riquelme quien con su lengua caliente y su fútbol paciente sacó a Boca (y a Palacio) del letargo. "Este es un equipo que todavía se enoja dentro de la cancha porque quiere ganar", justificó luego Riquelme refiriéndose a la puteada aunque profundizando en este Boca que venía amenazado por un Guaraní que se le plantó de igual a igual, pero como no es igual, sólo lo desestabilizó sin hacerlo caer. Lo toreó con el golazo de Paniagua, pero Boca come caviar. En un juego clasista, es la alcurnia contra la proletariado. Y en este tipo de partidos, se lo hace saber rápidamente a sus contrarios. En un grupo no muy complicado, Boca va al trote con puntaje ideal y con un equipo hecho que puede dormir la siesta, despertarse con un grito, y en cinco minutos liquidar todo.


Fuente:diario olé